lunes, 30 de noviembre de 2009

IMAGINAR

IMAGINAR

Imaginar las horas de este día
como una vida entera de principio a fin,
certificar la ausencia de otros días
porque todo es presente sin remedio
de lo que pudo ser y no será,
trabajar sin descanso y sin sentido
sabiendo que esta noche
de nuevo son las sábanas el lecho
donde me he de enterrar por unas horas,
decir adiós al mundo cuando me puede el sueño,
no hacer recuento por si acaso
me enredo en unas cuentas
que no me dan exactos resultados,
sentir el tedio inútil de lo que nada ofrece,
de lo que nada pide, de lo que nada vale,
desear de vez en cuando, al apagar la luz,
que el sueño sea un camino de eterna despedida.

Y amanecer de nuevo
como de vuelta de algunas vacaciones,
que serán algún día eternas y ya únicas,
para empezar la suma con los mismos sumandos,
aprendiz imposible, suspenso pertinaz, Sísifo siempre.

domingo, 29 de noviembre de 2009

TAMBIÉN CONTRA ESTA DICTADURA

Me acaba de mandar Ana Raquel (no se olvida de mí: yo tampoco de ella: un beso) un vídeo delicioso. No sé de dónde ha salido pero poco importa eso. Son más de diecisiete minutos en los que se ve a Isabel Allende pronunciando un discurso en inglés (está subtitulado y uno mezcla como puede ambas lenguas y lo va pillando), con el tema de la desigualdad femenina. Tengo que suponer que lo hace conmemorando el día dedicado a la violencia de género o algo así.

El tema tiene demasiadas variables y no se puede despachar con unas líneas pero quiero destacar algo de lo que a mí más me llama la atención.

Parece evidente que todo esto se mueve a velocidades mayores y para mejor en los últimos años. Convendría pensar por qué durante prácticamente toda la Historia el asunto languidecía y todos los concernidos lo obviaban y lo trataban con sordina. La cultura tiene mucho que decir pues al fin todo es asunto de cultura y de costumbres. La religión se me echa encima inmediatamente como causa fundamental para que esto haya sucedido; su uso y abuso por parte del poder para que la escala de valores se adaptara al mantenimiento de ese poder creo que explicaría buena parte de todo el asunto. Si sigo repasando las religiones del Libro en la actualidad, no me sale nada diferente. Y son ya muchos siglos (otras religiones no se separan demasiado de este esquema) como para que lo mantengamos como si de algo genético se tratara.

Cuando se proclamó la ley de igualdad, algunos pronosticamos que era un paso adelante pero solo un intento literal más que real pues, si hay que arreglar esto, solo se conseguirá con el paso lento de muchas generaciones y con desajustes y pagas muy dolorosas por el camino. Los medios nos bombardean a diario con ejemplos de violencia que tal vez respondan en buena medida a ese desajuste entre lo “normal” durante siglos y lo que se quiere “normal” en nuestros días.

Tal vez por eso haya que haber incluido en la ley apartados que, desde mi lógica, son inconsistentes pero que apuntan, como ariete, al corazón de la convivencia. Tal es el caso para mí del asunto de la discriminación positiva o la igualdad en el número o paridad, que, teóricamente, me resulta una parida y que tengo que entenderla solo en este sentido.

Pero el vídeo se centraba en ejemplos en los que comparaba la belleza de Sofía Loren y su simbolismo con las actividades de mujeres del tercer mundo que dedican sus esfuerzos a la plantación de árboles con mujeres, a retirar mujeres de la prostitución no deseada o a enfrentarse con el poder religioso o civil en países musulmanes. Y ¡!por fin!! Isabel Allende se apeaba jocosamente de la belleza para quedarse con los valores humanos de las otras. Ya va siendo hora de que las propias mujeres reivindiquen su feminidad y promuevan los resultados estéticos, pero, sobre todo, de que den un paso al frente y se alcen contra la dictadura de la belleza física. Difícilmente este asunto va a modificarse sustancialmente si no se produce esta quiebra. Tampoco puede ser asunto de una o de dos generaciones, pero o es así o no hay manera de que cambie esto. Y ahí el cine, y ahí las pasarelas, y ahí el mundo de las fiestas y de los saraos, y ahí los programas llamados del corazón, y ahí el tiempo dedicado a lo que se dedica, y ahí las sumisiones a según qué cosas, y ahí la cabeza y la razón sobre los instintos, y ahí ciertas manifestaciones públicas de demasiados seres femeninos que me cuesta calificar sin sonrojarme, y ahí toda la escala de valores que no sabe uno hasta qué punto interesa o no interesa cambiar.

Y todo esto solo se puede plantear en sentido de colaboración, nunca en sentido de imposición de poder de un sexo sobre otro. Si así fuera, que a nadie le extrañe que haya seres del sexo contrario que se parapeten y defiendan sus privilegios. Entonces lo que nos espera es más de lo mismo: el fuerte seguirá haciendo lo que mejor le parezca.

E incluso lo vestirá de colorines para que el esclavo (o aquí la esclava) aplauda con las orejas. O con otros apéndices. Vale.

sábado, 28 de noviembre de 2009

ME AHOGA EL SISTEMA

Viajé a Salamanca para encontrarme con mis hijos y con Sara. La movilidad produce todo esto y facilita los encuentros. Cuando estamos todos juntos, parece que el mundo me da igual, que no existe nada más allá de nosotros, que las reglas del juego se me olvidan y que lo que tanto me importa en otras ocasiones ahora me resbala y lo siento lejos de mí por un buen rato. Con la presencia de Sara todo se mejora y a la vez se envuelve en una atmósfera positiva y cordial. Verla sonreír es para todos una gloria, y verla despertar y mostrar su carita de sorpresa es todo un espectáculo. Sara tiene una suerte extraordinaria que solo la concede el azar y la pura casualidad. Todo el mundo está con ella, pendiente de ella, mirándola a ella, comprándole regalos a ella y atendiéndola a ella. No tiene rivales con los que competir y todo se lo lleva ella: los mimos, los cuidados, los besos, los achuchones, las miradas, los piropos…, todo.

Hemos pasado una parte de la mañana en lugares de compra, en esas superficies en las que se almacena material para cubrir las necesidades de toda la provincia y que a mí me hacen pensar siempre que las visito lo mismo: la inutilidad de este sistema productivo y comercial en el que andamos instalados. La explanada de los coches estaba abarrotada, pero no tanto las tiendas y las superficies. Acaso el fin de mes, tal vez la crisis, puede que aquello se haya convertido sencillamente en un lugar de aparcamiento… En algunas tiendas no había nadie. Paseando por ellas pienso siempre en la cantidad de energía humana que queda desperdiciada con eso de la competitividad. ¿Para qué me sirven las personas que atienden un local pequeño si no entra nadie y pasan el día limpiando los escaparates o haciendo crucigramas?¿No los podría utilizar yo para que se formasen o para que atendieran otras necesidades reales de la comunidad (enseñanza, sanidad, obras públicas, producción de alimentos…)? ¿Para qué quiero yo que fabriquen tantos miles de unidades de televisores si el mío se sigue viendo bien y seguramente tendrá quince o veinte años? ¿La producción exagerada no obligará a hacer campañas de promoción y de acoso cada día más brutales con tal de conseguir que cada uno de nosotros cambie el producto continuamente? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué escala de valores es esa? ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿No habrá alguna vez alguna mirada social y comunitaria? ¿Tan difícil es de ver?

¡!!Y fuimos a El Corte Inglés!!! No conocía el centro de Salamanca. Ni falta que hacía. Un edificio algo más pequeñito que otros de la gran urbe, pero con los mismos mecanismos ¿Qué dirán ahora los de los centros más pequeños? ¿No se darán cuenta de que no pueden competir, de que están perdiendo el tiempo miserablemente y de que lo mejor que pueden hacer es cerrar? ¿Pero a tanto lleva la presunción que no nos deja ni reconocer algo tan evidente? Con unos pocos centros comerciales tendríamos suficiente para Salamanca y para toda la provincia. ¿No podemos aprovechar a los miles de personas que malamente sobreviven en estas actividades y dedicarlas a otros menesteres? ¿Por qué nos permitimos tales despilfarros? ¿Por qué tienen que languidecer y además pasar los días viendo la forma de conquistar los clientes del que tiene su tienda al lado o maldiciendo de sus sueldos escasísimos? Vivimos en un sistema que mantiene a una buena parte de la población enfadada por no triunfar en sus negocios y que gasta sus energías mejores para nada. ¿Es que nadie va a levantar la vista y dar alguna voz social?

El panorama no ofrece un futuro halagüeño: andamos procurando recomponer el sistema que nos tiene como nos tiene, tratando de apuntalar a los que más tienen para que sigan regulando el mercado a su gusto y desde sus caprichos personales, y a los dirigentes que oponen algún reparo y procuran algún pasito social nos los comemos con los medios de propaganda. ¿Por qué no dan paso a las voces que cuestionan el sistema? ¿Quién dijo que había libertad de expresión? ¿Dónde anda la igualdad de oportunidades? Cuánta mentira y cuánta patraña.

Me ahoga la ciudad. Creo que en ella se muestran aún mejor las contradicciones de la sociedad en la que nos movemos. Me gustaría vivir en un lugar solitario y olvidado.

Me ahoga el sistema. No puedo teóricamente con él. Y eso que me traiciono y vivo dentro de él y en alguna medida de él.

viernes, 27 de noviembre de 2009

DESAGRAVIO PARA J.A.S.P.

De vez en cuando echo una ojeada a estas páginas que van quedando atrás, como los días del otoño que son un buen recuerdo de los días de verano. No siempre estoy de acuerdo con lo que he escrito en todos sus matices y no me importaría en algunos casos modificar algunas palabras de las ya escritas.

Casi todas las palabras de este diario las hago públicas y las expongo sin vestidos al frío y al calor de los demás. Eso me obliga a tener un poquito más de precaución pero no siempre ando listo y ágil. El blog tiene pocas participaciones escritas de los lectores, pero más seguimiento en su lectura.

Hace unos días escribía unas líneas sobre una conferencia en el Casino en la que se hablaba de Hemingway. Tanto Jesús Majada como José Antonio Sánchez Paso han hecho algunas aportaciones al asunto que yo agradezco. Por si algo se prestara a malos entendidos, quiero precisar lo siguiente:

Reconozco en ambos a dos personas que sobre este asunto -y seguramente sobre muchos otros- conocen mucho más que yo y están mejor preparados para opinar.

En realidad, del tema solo controlo los conocimientos generales sobre Hemingway y las noticias que Jesús Majada ofrece en su libro sobre los viajeros por España, entre ellos el escritor americano, ejemplar que ahora no encuentro.

Nunca me referí a la conferencia en sentido académico sino en tono jocoso y divertido y acentuaba el hecho novedoso de compartir algo de bebida en medio de la disertación. Por ejemplo citaba a fray Liciniano como fray nosequién. Y en este plan.

Cuando escribía que el conferenciante no tuvo su mejor día, quería significar que el mejor día no se produce cuando se rebaten datos en el mismo momento por un testigo presencial, pero nunca que el conferenciante no estuviera a la altura.

Estoy seguro de que tanto Jesús como JASP han entendido el sentido de mis palabras. Me gustaría que todos los demás lo hubieran entendido también y en el mismo sentido.
Me hace gracia la palabra “magro” utilizada por JASP para indicar un resultado escaso. Si supiera que a mí, no hace muchos años, alguien quiso casi colgarme de una cuerda por utilizar la palabra en ese mismo sentido pero aplicada al sueldo que recibía esa persona… (ella había entendido un sueldo importante e inmerecido).

Sí mantengo como serio y para considerar ante una mesa la opinión de que no siempre se ajustan los esfuerzos con los resultados. O con lo que yo espero de esos resultados. Pero esta es opinión personal y ante esto solo cabe argumentar tranquilamente. Habrá tiempo y ocasión.

Y que vale ya de aclaraciones. Desde cierto momento de mi vida sufro como una especie de síndrome de Estocolmo y me da pavor que nadie me interprete mal.
Lo diré una vez más: solo aspiro a querer y a que me quieran.

Otro brindis por todos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

HAY TARDES

HAY TARDES

Hay tardes de paraguas que ocultan cualquier beso.
Tal hecho se produce -perdona la obviedad-
cuando el viento y el agua se adueñan de los parques
y las aceras muestran fantasmas que caminan
en círculos oscuros de lesa tempestad.

Es un mar que se mueve
con sus flores de loto sin sosiego,
es un mundo de pájaros
que ha bajado a jugar.

Esta tarde, tan gris y tan vacía de ti,
yo he querido vestirme mi escafandra
para bajar al mar de tus sargazos,
para enredarme en ti y, a ras de tierra,
volverme un huracán,
despojarte de ti y de tu paraguas,
dejarte al descubierto
y dejar que la lluvia
nos unja y nos invada de ilusiones
de la materia dulce de sus aguas,
de la mentira intensa de sus besos.

TAL VEZ, QUIZÁS, ACASO

TAL VEZ, QUIZÁS, ACASO.

Aquel día fuiste tú quien me invitó a cenar.
Andaban los faroles humeantes de niebla
y el otoño instalado en mi tristeza.
Quizás fuera tu instinto de pez
en aguas limpias, o ese sexto sentido
que a veces me regalas sin pedírtelo.

El caso es que me viste cabizbajo,
me miraste serena, mantuviste
tu mirada un instante prolongado.

Yo debí confesarte en mi silencio
todo lo que guardaba como un tesoro oculto.

“Venga, esta noche vamos –me dijiste-
y les damos de lado a los horarios
-pues todo será nuestro-
y a las preocupaciones que las zurzan,
que están llenas de rotos,
ponte el traje de risa y de batalla
y déjate llevar por la tormenta.”

Acaso te miré desconcertado,
como pillado en cuerpo de delito,
pensé en un pub del centro
y luego en unas puertas con sordina
tras las que cabalgar sin meta fija.

Tal vez me vi rendido ante tus ojos
y dije “vale,
vámonos a la noche y al suicidio.”

Tal vez, quizás, acaso…

martes, 24 de noviembre de 2009

UNA CLAVE ARTÍSTICA

A pesar de todo esto que llaman crisis y que desiguala tanto a las comunidades para acrecentar las desigualdades entre unos pocos poderosos y el resto empobrecido, la vorágine social sigue sin descanso. Y siguen apareciendo vidas, desapareciendo otras, el sol sale todas las mañanas y se deja ver en el horizonte, en un otoño interminable, la masa sigue embrutecida con los partidos y adorando a las megaestrellas de turno, esas cuya única aportación a la sociedad en su carga de veneno anestesiante, los medios de comunicación siguen marcando la pauta a su antojo y acentuando o diluyendo la escala de valores por la que nos tenemos que regir, y cada cual consigue a su manera la supervivencia.

Y en medio de esa supervivencia, continúan aquellas manifestaciones que también forman parte de esta vida compleja y difusa en la que nos movemos.
Por ejemplo, el arte sigue, su comercialización también, sus beneficios igualmente, los creadores se empeñan y se afanan en crear, los mediadores y los acaparadores encuentran en él una forma extraordinaria de hacer negocios, no siempre demasiado limpios, y algunas otras personas dedican esfuerzos a analizar este asunto, que sigue ahí a pesar de todo y de casi todos, sobre todo a pesar de cualquier idea que sea solo eso, idea, y que no tenga conexiones reales con el tráfico del arte. O sea, estas mismas líneas, por ejemplo.

Estoy seguro de que son sobre todo las variables externas las que mueven a la propia creación y la empujan en un sentido o en otro, hasta crear modelos de arte según sus conveniencias, o sea que, también en el arte, la base económica y comercial es la que explica casi todas las demás variables. Aquel artista que mejor sepa adaptarse a las exigencias externas del mercado será el que destacará y el que será colocado en la cúspide del canon. Al fin y al cabo, hay muchos artistas que podrían superar las pruebas necesarias como para exhibir sus productos con dignidad, con dignidad externa, claro. Pero la oferta, también aquí, es superior a la demanda, y esa oferta tiene que orientarse según los pedidos. Y los pedidos no dependen del creador sino de las demás fuerzas, sobre todo de las económicas.

De hecho, el canon estético ha sido variable y la historia del arte, de cualquier arte, nos enseña que es siempre cambiante y que cada época maneja su ideal estético particular.

Si uno echa una ojeada a la literatura -sucede igual en las demás artes-, descubre que, hasta el S XVIII todo se iba en imitar lo antiguo, de tal manera que el Barroco, por ejemplo, no consiste en presentar realidades nuevas sino en presentar las ya existentes aunque desde una forma diferente. La sorpresa se conseguía no por la novedad sino por lo inesperado, por esa forma desconocida de acercarse a la misma realidad de siempre.

Seguramente fue el Romanticismo el primer movimiento, y la primera etapa de la historia de la creación, en la que se produjo una ruptura no solo de la forma sino también de los contenidos, de tal modo que ya no solo se rompía con las formas anteriores sino también con las concepciones de aproximación a la realidad y a la pulsión vital. Seguramente, en este sentido, se trata de la primera etapa moderna.
Desde entonces todo se nos va en negar al padre, en renegar de todo lo que hemos aprendido y hasta de quienes lo hemos aprendido. Y un artista sube al estrellato siempre que sea distinto, no visto antes, con una concepción novedosa de las formas y de la propia concepción de la obra.

Y, si bien se mira, la ruptura se acentúa con aquellos períodos que más se acercan a los actuales pues parece que el tiempo va poniendo una pátina de polvo en los modelos, de tal forma que, pasado un largo período, se pueden recuperar los modelos de nuevo, siempre que se presenten como una realidad nueva y como negación de una línea continua de tradición.

Me gustaría trasladar estas simples pero extensas ideas a la vida cotidiana también pues no solo valen para la literatura o la pintura sino para las producciones aparentemente más próximas y banales. La moda lo ejemplificaría muy bien. Unos buenos zapatos tienen que marcar ruptura formal e intentar a la vez mostrar ser representantes de una nueva forma de ver la vida. Lo malo es que la fugacidad de estas visiones y las imposiciones externas de tipo comercial y económico nos conducen a que esas visiones sean casi instantáneas y con escasa base teórica. Por eso, en la práctica, cada poco tiempo cambiamos de formato, respondiendo a lo que nos marquen los mercados, y todo el año es carnaval y andamos en rebajas.

¿Cuántos creadores se someten a estas normas? ¿En qué grado se someten todos y cada uno? ¿Hasta qué punto pueden huir de ellas? ¿Quién soy yo para aplaudir o para criticar las posturas individuales? Desahogos y reflexiones de una o dos páginas. Pero que afectan a demasiadas personas y a demasiados ámbitos de la vida. Vale.

lunes, 23 de noviembre de 2009

ALGO MÁS DE HEMINGWAY

El asunto Hemingway ha crecido sin que yo lo quisiera pero habiéndolo provocado: no debo quejarme de ello. Después de la especial conferencia del viernes, a la que me referí en tono de broma y salvando la capacidad del conferenciante, algún alma caritativa (muchas gracias, colega) me ha hecho llegar una copia de la entrevista radiofónica realizada, no al escritor sino a un entrevistador. Dura trece minutos y ya he tenido ocasión de escucharla. Sigo sin tener demasiado interés por la noche de Hemingway en Béjar, por lo que ya expresé, pero ahora tengo datos, bastantes datos.

La entrevista radiofónica se la hacen a Arsenio Muñoz de la Peña, que es quien, a su vez, entrevistó para la prensa al escritor, y él es la fuente de todos los demás datos. Confirma que el escritor norteamericano había venido hasta Salamanca para ver una corrida en la que toreaba Antonio Ordóñez y que volvía hacia Mérida, lugar en el que repetía cartel el torero al día siguiente. Le acompañaba su compañera del momento y un secretario, no una secretaria. No cita a ningún otro matrimonio. Da fe de que ingería licor abundantemente y se explaya en opiniones acerca del carácter del personaje y de sus cualidades literarias y humanas (estas opiniones siempre según la forma de verlo de Arsenio Muñoz de la Peña). Asegura que la entrevista la publicó en el Béjar en Madrid, en el diario La Gaceta y, más tarde, en el diario Arriba. Si la estancia se produjo en la noche del dos de septiembre de mil novecientos cincuenta y nueve, no será difícil acudir a las hemerotecas y dar con ella. Esta es, por supuesto, la entrevista para ser publicada en formato escrito. El conferenciante del viernes se refería a otra hecha para el formato de radio. Seguramente esta será más difícil de conseguir.

Lo que empezó como un juego, se me ha convertido, por obra de los buenos amigos (gracias Manolo C., gracias Gel B.) en una reseña algo más atractiva. Tal vez busque los textos en los tres periódicos y-esto es más difícil- la entrevista radiofónica.
Sigo pensando, no obstante, en la relación de fuerzas que tiene que haber siempre entre esfuerzo y resultado. Si no se armoniza un poco todo esto, podemos caer en simple costumbrismo o pasarratos. Así que unas paginitas de alguno de sus libros tal vez sean algo más provechoso. Pienso.

domingo, 22 de noviembre de 2009

DOS APUNTES

Me gustaría haber gastado unas horas de mi tiempo en algo provechoso. Lo he intentado con mi hijo Juan Pablo, que ha vuelto a estar con nosotros otro fin de semana, y no estoy seguro de haber conseguido demasiadas cosas. Los ratos de casi toda esta tarde ante el televisor me tendrían que haber servido de pretexto para suscitar alguna conversación con perspectivas de futuro, con ánimos de abrir caminos que sirvan para trazarse un modelo y algunas metas. Tengo que confesar mi fracaso, o mi impresión de fracaso. Y me duele demasiado porque la vida se vive a cada instante pero esos instantes también son vida si se llenan en pensar y en trazar planos y planes, en levantar castillos de ilusiones y en levantar la vista y mirar al futuro que nos aguarda. Habrá que seguir intentándolo más veces porque nos va mucho en ello; pero no hay todo el tiempo del mundo.


He oído al presidente del Gobierno estas palabras hoy mismo: “Saldremos de la crisis con una economía competitiva, pero nunca basada en la dialéctica de vencedores y vencidos.” Con los tiempos que corren, habría que interpretar el valor de cada una de las palabras, pero he de confesar que a mí me suenan muy bien, sobre todo las últimas. En alguna ocasión ya he dejado dicho que me gusta más lo competente que lo competitivo, porque este último término apunta precisamente a vencer frente a otros para salir triunfadores. Es la dialéctica de vencedores y vencidos la que yo aplico a la derecha política y social y la que no me gusta porque deja sembrado de cadáveres el campo de batalla. No sé qué grado de credibilidad pueden tener las palabras del presidente del Gobierno, pero ahí quedan por si alguno las quiere hacer suyas. A mí me parece que tienen un gran recorrido y que dejan ver, ya era hora, alguna ideología detrás de ellas.

Y es que, si no socializamos las ideas y los impulsos prácticos, esto no puede funcionar. Los seres humanos estamos en el vértice de la evolución precisamente porque somos los que, a pesar de todo lo que llueve y de los tiempos que corren, mejor nos sabemos adaptar a las actividades y a las relaciones sociales. Cualquier país del tercer mundo lo es fundamentalmente por la desestucturación social, no por su pobreza natural, pues algunos son muy ricos en materias. Y eso mismo sucede con las comunidades menores dentro de las grandes sociedades.

Se anuncia la aprobación de una ley de crecimiento sostenido. Ojalá no sean palabras vacías de contenido y esté basada en criterios de contenido social; es la única forma de atisbar lo que podría ser un crecimiento sostenido y global. Ya se encargarán los poderosos de que todo esto no sea más que fuegos de artificio. Ellos son los vencedores; los demás, los vencidos. Y los vencidos aplaudirán hasta el agotamiento a los vencedores. Y se habrán convertido -otra vez- en esclavos agradecidos.

sábado, 21 de noviembre de 2009

ESTO SÍ QUE ES UNA CONFERENCIA



Que no, que no siempre inventa uno, que muchas veces la realidad supera a la ficción. Aquí va una gotita y un ejemplo.

Viernes tarde. El fin de semana se anuncia con la presencia de Sara en casa. Buenas perspectivas. Pero estoy un poco cansado y no tengo demasiadas ganas de ocupar todas mis horas en asuntos personales. Hay anunciada una conferencia en el Casino Obrero. Este es su título: “La noche que Hemingway pasó en Béjar”. Y este el nombre del conferenciante: José Antonio Sánchez Paso. Hace bastante tiempo que no acudo al Obrero a una actividad de este tipo. No tengo ganas de describir ahora y aquí por qué sucede eso. Esta tarde me tienta. No demasiado, pero me tienta: hay varias razones para ello.

Son poco más de las ocho. Noche cerrada. Entre veinte y treinta personas aguardan en la sala del Casino a que comience la conferencia. Pero el proyector no funciona y no hay manera de que todo se ponga en marcha. Después de casi un cuarto de hora, alguien se da cuenta de que sencillamente el alargador es el que no tiene ganas. Nuevo alargador y todo dispuesto. Comienza la disertación.

El conferenciante comunica que, antes de hablar de Hemingway, dará noticias de otros autores que han tenido que ver con Béjar y que, de alguna manera, han visto la vida desde un punto de vista jocoso y hasta licencioso. Buen principio. Y señala que, para andar acordes con ellos, se ha traído unas botellas de güisqui con las que quiere que brindemos cada vez que termine con cada autor.

Se reparte el güisqui entre los asistentes. Se vacía la botella pero se enseña otra llena, como señal de que aquello puede continuar. Y empiezan a salir a escena, con diapositivas, los autores. Francés de Zúñiga. Brindis (al autor se le olvidaba pero allí estaba yo para recordárselo). Cristobal de Mesa. Brindis (yo no brindo porque este colega me parece un pelota de la casa ducal). Un par de rameras bejaranas en una casa de lenocinio de Salamanca, S XVI. Brindis. Fray nosequién (no recuerdo ahora el nombre), catalogador del archivo de la casa ducal, S XVIII, y primer redactor del asunto ese de la aparición de la Virgen en el Castañar (el colega refería que una fuente daba vino cuando nevaba para que los obreros no tuvieran que bajar hasta Béjar a buscarlo y, a pesar de ser un tipo ilustrado, lo dejaba en la duda: dogmatizado él). Brindis. Baroja. Brindis. Cela y su calderillo en Béjar. Brindis. Ya hubieran venido bien unas perrunillas a estas alturas.

Y Hemingway por fin. Entre cinco y diez minutos de ambientación: vida, algún viaje a España, su viaje el verano del 59 (¿o fue del 50?), los mano a mano de Dominguín y Ordóñez… Y la noche en Béjar. Dos de septiembre de 1959 (¿o 1950?). Origen: Palencia. Dirección: Mérida, donde Ordóñez toreaba la tarde del día siguiente. Parada en el Hotel Colón, recientemente inaugurado, y regentado por un americano. La voz que se corre por la ciudad estrecha. Autógrafos en el hotel. Cena con su mujer, su secretaria y un matrimonio acompañante. Cogorza correspondiente (aquel verano fueron casi diarias).Paseo matinal por la calle mayor y salida en su coche hacia Mérida.

El conferenciante sabe que en el salón hay alguna persona que vivió personalmente aquella noche y la invita a decir lo que quiera. Manolo, camarero a la sazón en el Colón y buen andarín en la actualidad, a pesar de su edad,se levanta solemne: Hemingway no venía de Palencia sino del sur, no se dirigía a Mérida sino a Salamanca, donde torearía Ordóñez, aquel día retenido en Málaga por algún incidente, y el hotel no estaba regentado por un americano sino por un alemán, ejemplo de buen hostelero.

No hay animadversión hacia nadie pero a mí se me queda una carita como de tonto en medio minuto pues todos los datos fundamentales expuestos en escasos minutos han sido rebatidos por una persona que los vivió personalmente. Brindis final para apurar el güisqui del vaso.

Me levanté deprisa y saludé con un gesto de complicidad al conferenciante. Me devolvió el saludo y me sumergí en la noche camino de mi casa. No quito ni pongo coma.

Debo añadir algunas notas: Que Hemingway pasara una noche en Béjar me trae sin cuidado, sobre todo porque no aporta nada ni a la literatura ni a la vida de esta ciudad. Creo que hay un desfase demasiado evidente entre muchos esfuerzos de “investigación” histórica y los resultados que producen (a mí la Historia solo me interesa si repercute claramente en mi vida y en la de mis semejantes actuales). Tengo confianza en la capacidad de Paso y conozco su empeño y conocimientos de los asuntos locales. Creo que el viernes no tuvo exactamente su mejor día. La respuesta de Manolo fue absolutamente elegante. El tono festivo se mantuvo a pesar del final.

Y un último dato: El conferenciante dijo que aquella noche se le habría hecho una entrevista a Hemingway por parte de la emisora Radio Béjar (se proyectó una fotografía que lo apuntaba) pero que no se guardaba copia de ella y que quizá en los fondos de Radio Nacional de España en Madrid se podría encontrar: él se prestó a realizar el intento. Esta mañana alguien me ha afirmado que hay una persona en Bejar (estaba en la sala pero no se levantó) que conserva copia de una entrevista realizada a quien hizo esa entrevista.

No recuerdo una conferencia gratuita en la que me hayan invitado a güisqui y en la que me haya sentido más descolocado. Me reí bastante anoche. También lo he hecho esta mañana. La tarde ha sido para Sara, que ha venido a verme y a comer conmigo. Pero esto ya es otra conferencia.

SUPÓN

SUPÓN

Supón que te abrazara con cuidado,
como si fuera una primera noche,
con ese temblor necio de los principiantes
que hacen piedra sus manos
y espadas sus palabras.

Supón que tú me miras y te quedas
prendida por el humo de mis ojos,
que ves en mí palomas apuntando
hacia el arrullo azul de tu sonrisa.

Supón por un momento que jugamos
a que todo lo nuestro sea verdad
y ya no más oscuro fingimiento
porque estamos cansados de tratar
con la licencia vil de la rutina.

Supón que es día de fiesta y que algún día
hay que soltar amarras y romper a vivir
definitivamente
en un mundo de tantas falsedades.

Supón que en un momento de descuido
-buscado por nosotros-
nos devora la noche y perdemos el tiempo
y nos suenan a chino las doce campanadas.

Supón que alguien llamara por teléfono
y tú le respondieras que estás muy ocupada
en descubrir las leyes de la felicidad

Supón que yo supongo que supones
que todo lo que he dicho te hace mella
y que esperas ansiosa su certeza.

No supongas, entonces, mis empeños
de las próximas horas,
pues no serán empeños solitarios.

jueves, 19 de noviembre de 2009

HOY SALDRÉ A NAVEGAR

HOY SALDRÉ A NAVEGAR

Me siento un vagabundo en la tristeza,
en la excursión sin tregua que es la vida,
un albañil que cuelga sus ladrillos
de un edificio en ruinas, una senda
cuya meta segura huele a muerte

Me siento un navegante solitario
en una vieja nave que hace aguas
mientras mira las olas en su quilla,
en un vaivén eterno y sin sentido.

Soy tal vez un sereno que en la noche
ve dibujar las sombras por las calles
y desaparecer al punto entre la niebla
cuando me acerco a proclamar las horas.

Guardo en manos del viento pesadillas
que se escriben sin letras y sin hojas.
Tengo sueños de ti pero te esfumas
cada vez que te llamo por tu nombre.

Quisiera ser un sabio por tu vientre,
una nota del himno a la alegría,
doctorarme en paredes, ver las olas
como simples caricias en tu cuerpo,
iluminar la noche con tus horas
y olvidar de una vez mis pesadillas.

Hoy saldré a navegar
por las aguas tranquilas de tus costas.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

TAL VEZ

TAL VEZ

Tal vez es el momento más preciso
de dejarte en tus cosas, y en las mías,
porque he de confesarte
que no sé si ya puedo retirarme
del todo y contra todo.

Ahí te quedas con lo que más te ocupa:
con las horas de prisas,
con esas gentes a las que más quieres,
con esos sitios a los que tanto aspiras.

Ahí te quedas con todas tus certezas;
te libero del peso de mis dudas,
descifrándome siempre
y oscuro siempre, como entre dos luces.

Ahí te quedas rodeada de tus cosas,
que son menos mis cosas pues me siento
un poco ajeno y bárbaro a tu lado.

Estaré donde el tiempo y el espacio
dispongan de mi ser y de mi olvido.
Acaso estaré ungido entre las nubes
que adornarán tu pelo algunas tardes.
Tal vez estaré viendo
el mismo cielo que verán tus ojos.
Puede que esté en el viento
que rozará con tino tu cintura.
Quién sabe si en tus sueños
no estaré, como están otras heridas.

Porque no sé si puedo retirarme
del todo y contra todo:
mi territorio es reino de la duda.

martes, 17 de noviembre de 2009

DIECISIETE MIL, UNO DETRÁS DE OTRO

Hoy se reúne la FAO en Roma. Más de mil millones de personas pasan hambre en el mundo. Hoy mismo morirán, ya han muerto, están muriendo ahora mismo, seguirá el goteo durante toda la tarde y noche, y mañana se repetirá la historia (casi todos se parecerán a Sara o a cualquier niño que pueda ver por la calle en esta ciudad estrecha), 17000 niños por esta causa. Diecisiete mil. Uno detrás de otro. Sin enterarse de nada, sin saber por qué les toca la china a ellos, sin haber decidido nada de nada, sin aplicar eso que algunas religiones llaman el libre albedrío, sin poder pedir siquiera ayuda a nadie o acaso pidiéndola y quedándose con las manitas al aire mientras cierran para siempre sus ojitos, sin poder seguir jugando un ratito más.

Dicen que Roma está blindada y que los gastos de seguridad para los mandatarios que allí han acudido son cuantiosísimos. Dicen también que ninguno de los jefes de Estado del G-8 ha hecho acto de presencia. Dicen también que las ayudas no llegan y que muchas se quedan por el camino. Dicen que hay quien se opone a aplicar los controles de natalidad. Dicen que las religiones y sus sátrapas correspondientes tienen mucho que decir al respecto. Dicen que con los alimentos que despreciamos y echamos a la basura en el llamado primer mundo se taparían muchísimas bocas en los mundos tercero y cuarto. Dicen que con solo una parte de los esfuerzos y dineros que se destinan a armamentos se podía evitar buena parte de esa hambre y de esas muertes de cada día. Dicen que muchos de esos países en los que los niños mueren son explotados en sus materias primas y en los productos transformados por los países ricos. Dicen que sería mejor enseñarles a mejorar sus propios cultivos y la transformación de sus materias primas que quedarse solo en la ayuda humanitaria. Dicen que muchos de nosotros nos quejamos de que nos vienen a quitar nuestros trabajos. Dicen y dicen y dicen.

Y yo digo que somos unos malnacidos, unos perversos, viles, canallas, execrables, injustos, diabólicos, crueles, unos nocivos, dañinos, perjudiciales, nefastos, funestos, egoístas, imbéciles, acaparadores, codiciosos, avaros, pancistas, egocentristas, presuntuosos, narcisistas, vanidosos, meapilas , endiosados, tacaños, agarrados, mezquinos, cicateros, ruines, usureros, roñosos, miserables, indigentes, míseros, pobretones, desgraciados, despreciables, abyectos, canallas, viles, bellacos… y todos los –acos y –ables que se puedan ocurrir.

lunes, 16 de noviembre de 2009

ESTOY LLENO DE OTOÑO






ESTOY LLENO DE OTOÑO

Una mirada azul que en el crepúsculo
guarda un recuerdo dulce de la luz del día,
un horizonte inmenso que se asoma
a las regiones donde habita el miedo,
un eco musical que se desploma
sobre la oscura sima del silencio.

El otoño que fija su presencia
entre nieblas y lluvias y hojas tristes,
me ha dejado tus ojos, tu horizonte,
tu música callada y tu misterio.

Estoy lleno de otoño, en mis pupilas
habita luminoso tu recuerdo.


N.B. El camino lo hicimos juntos; el trabajo lo dividimos: Manolo Casadiego las fotos y yo estos versos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

COMO LOS HONGOS DE LAS ENCINAS

Las irregulares luces de este día gris me han dejado en casa, engolfado en la lectura de otro manual larguísimo de antropología y de la poesía de Mario Benedetti. Cada día releo más. Será la edad, será una rosa, será un clavel…

Y en la relajación enciendo la tele y escucho y veo noticias. Y sigo sin entender (lo mío viene de muy atrás y ya no tiene cura) casi nada. En realidad creo que nada. Y me enfado en voz alta. Y mis allegados me piden calma y se enfadan conmigo porque yo me lo guiso y yo me lo como, y porque en realidad les molesto. Oía, a medias, que, en algún sitio de Inglaterra, una multitud había conseguido romper una barrera de seguridad que regulaba el acceso a un concierto; en ese tumulto se habían producido víctimas y heridos. O sea, lo de todos los días. Los presentadores -ya les valdría con locutores y no de los buenos- lo expresaban con un tono casi de alegría.
Un par de noticas más adelante le tocaba el turno a una investigación de la universidad de Huelva con la que se trata de combatir una plaga que tiene asolados a los campos de encina y compromete la permanencia de ese hábitat mediterráneo tan frecuente entre nosotros. El tono de los locutores era ya más neutro y parecía que pronunciaban aquello como si de un duro trabajo se tratara.

Y yo pensaba para mí: ¿cuándo se van a producir las colas y las locuras de arrebatados y subnormales para conocer y alabar el trabajo de estos investigadores como se producen en la entrada de los conciertos, sean estos con afinamiento o sin él?

A los pocos minutos, en el mismo informativo, se daba amplísima cuenta de todo lo sucedido en el partido jugado ayer entre España y Argentina. Más de lo mismo pero ampliado y reforzado. Por si fuera poco, enseñaban pancartas y frases de los aficionados argentinos insultando a los españoles y, con cara y tono de satisfacción, afirmaban y enseñaban cómo los aficionados españoles les habían respondido “con lo que se merecían”, y esto eran más insultos y pancartas provocadoras. Y esto no era información, era regodeo y participación en la noticia: el tono y la velocidad de la palabra los delataban.

Y yo volvía a pensar para mí -y un poco en voz alta y enfadado-: ¿cómo se atreverán más tarde a mostrarse sorprendidos, enfadados y hasta escandalizados por hechos violentos?; ¿no los están ya preparando ellos con estos espectáculos? Y seguía pensando y me salía que casi todo el país andaba pendiente de estos asuntos y casi nadie de los otros. Y aún pensaba algo más: un país que anda en estos niveles necesita trabajar duro para curar su altísimo grado de analfabetismo. Porque esto es un analfabetismo funcional evidente, y causa más males que todas las gripes juntas

Y me sentía mal, y mis concepciones sociales se iban al carajo todas juntas, y despotricaba, y mis allegados se enfadaban con razón conmigo, y la comida se me atragantaba, y aún me ponía de peor humor en la seguridad de que este runrún es el de todos los días y el de casi todos los lugares, y ahora lo escribo aquí como desahogo, y sigo pensando que tengo que andar equivocado en casi todo porque esta sociedad (¿o acaso solo los medios de comunicación?) anda embargada por esta escala de valores, y me gustaría que alguien me ayudara a salir de este embrollo en el que ando metido cada poco rato. Ah, y que me gustaría que esta ayuda viniera de la mano de algún razonamiento sereno y con algo de fuerza mental.

sábado, 14 de noviembre de 2009

LA CULTURA WIKI

Dentro de un rato iré a ver una obra de teatro: “El jardín de los cerezos”, Chejov. Aprovecho bastante la programación municipal en lo que a teatro se refiere. No hay otra y la programación se sostiene y los precios son muy asequibles. Nuestro teatro Cervantes ayuda también lo suyo, con su escenario fantástico. Después de una mañana pisando y respirando el amarillento otoño del Ambroz (nadie sabe lo que se pierde si no conoce el otoño de la sierra de Béjar y de Hervás), no es mal asunto.

En cualquier otra ocasión, y hasta no hace mucho tiempo, esto suponía una preparación que solo admitía los dos extremos: o te acercabas hasta el teatro con la mente en blanco, o leías la obra y contrastabas después con lo que se presentaba en escena. En los últimos tiempos se ha extendido una fórmula intermedia que supongo cada vez más usada. Se trata de la Wikipedia y de sus infinitas informaciones. Hasta el punto de que resulta sencillísimo y muy productivo pasarse por ella para situarte en posición ventajosa a la hora de acercarte al teatro o a cualquier otra actividad. La experiencia es positiva también para los casos en los que se ha leído con anterioridad la obra pero se ha perdido parte en el olvido.

Tengo la sospecha de que hay gente que se mueve ya solo a golpe de Wikipedia y de que empieza a dejar de beber en las fuentes originales. Y la sospecha se hará realidad más frecuente a medida que vayan pasando los meses y los años.

Si así fuera, estaríamos en una situación completamente nueva en la que el saber y el conocimiento se habrían trivializado y comprimido pero habrían ganado para esos niveles a toda una muchedumbre que, de otra manera, nunca estaría dispuesta a enfrentarse con el original en todas sus variantes y posibilidades.

Tengo también la sospecha de que este hecho no es nada más que una muestra más (de las más notables y clarificadoras) de un fenómeno de mucho más largo alcance teórico y práctico. Sería el hecho de que cada vez nos estamos alejando más de la reflexión sobre los principios para quedarnos en la productividad de los mismos como última meta y como eje que recoge todos nuestros impulsos. Por eso buscamos las fórmulas más económicas en tiempo y contenido, aunque perdamos en el camino muchos otros elementos jugosos.

Da la impresión de que, cada día más, los rectores públicos andan atentos y gastan todas sus energías en buscar soluciones para la inmediatez, para el mismo día o, como mucho, para el día siguiente. Parece que el último grado de abstracción es el que nos marca el rédito social de la acción y no la consistencia del pensamiento. En este sentido, se podría hablar, también ahora, pero en otro sentido, por favor, del ocaso de las ideologías. Las ideologías o son productivas o no son. Y, además, ese producto se tiene que recoger casi al instante. El voto y la opinión pública lo rige todo, y además lo pide en fórmulas visuales e inmediatas: los principios no valen, solo los resultados.

Me parece que no es precisamente dar pasos adelante en la vida social y en el progreso de las comunidades. ¿Quién tiene la “culpa” de todo esto? Seguramente será compartida. No quiero ni mirar a la derecha política, ni a la izquierda acomodaticia. Y a los medios de comunicación… bufffffffffffffff. Y a este sistema capitalista… uffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff.

viernes, 13 de noviembre de 2009

NO SÉ POR QUÉ

NO SÉ POR QUÉ

No sé por qué te escribo estos poemas,
estas pobres palabras solitarias
que, sin saber muy bien por qué razones,
se encuentran una noche en el camino,
se miran, se detienen, se analizan,
se hacen amigas todas,
se rozan, se acomodan, se acarician,
te miran, por si tú les das permiso,
se aman al fin, como el azar y el viento,
y salen a tu encuentro en la esperanza
de que su amor se junte con el tuyo
para formar un cuerpo más perfecto.

Ámalas tú: ellas también te aman
y no serán amor sin tus caricias.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ALGUNAS NOTAS DEL LIBRO "NUESTRA ESPECIE"

Hace escasos días terminaba la lectura del libro “Nuestra especie”, Marvin Harris, suma de pequeños ensayos de antropología. Copiaré aquí algunas de las ideas que incluye. El texto tiene veinte años, pero creo que estas ideas tienen total actualidad. Cada una de ellas daría pie para una reflexión.

.-“Desde la Edad de Piedra, a nuestra especie le costó poco más de 100.000 años pasar de un modo de vida basado en la caza y en la recolección a las sociedades hiperindustrializadas de la actualidad. Este período constituye únicamente un 8 por ciento del tiempo que tuvieron a su disposición nuestros antepasados erectus.”

.-“El desarrollo del erectus como corredor de fondo y la evolución del sistema de recuperación por evaporación eran incompatibles con la conservación de dicho abrigo (los pelos). El aire tenía que pasar expedito de la película de humedad exudada por las glándulas exocrinas. De ahí la peculiar desnudez del cuerpo humano.”

.-“¿Es nuestro virtuosismo lingüístico un mero subproducto de la ampliación y reorganización de los circuitos del cerebro de los homínidos? O ¿se basa en un determinado programa neuronal de la especie, que nos capacita para adquirir la competencia lingüística al pasar de la primera infancia a la niñez?”

.-“En algún momento de la evolución de las capacidades lingüísticas de los humanos, los mensajes que nuestros antepasados enviaban y recibían debieron parecerse enormemente a los que en la actualidad se cruzan entre los chimpancés adiestrados y sus entrenadores.”

.-“Poseer una faringe alargada nos permite formar los sonidos vocálicos “o”, “e” y “o”, que son componentes de todas las lenguas humanas.”

.-Philip Lieberman: “El mecanismo vocal de los homínidos adquirió dimensiones actuales coincidiendo más o menos con la aparición de los sapiens de anatomía moderna.”

.-“Que nos guste tanto la música porque sea en esencia una forma de habla o que nos guste tanto el habla porque sea en esencia forma de música es cosa que no puede decidirse.”

.-“La transición del sapiens arcaico al moderno no se produjo en una sola región del mundo.”

.-“Nuestros antepasados de hace 30.000 años se revelan en plena posesión de lengua, manos, ojos y oídos. La cultura, proyectando su sombra protectora, avanza irresistible mientras la naturaleza humana lo hace a pasitos o no se mueve. En un instante geológico -5.000 años- nacen todas las formas del arte y florecen las religiones.”

.-“El árbol genético más probable muestra que la primera derivación del tronco común africano se produjo hace unos 60.000 años. Hace entre 45.000 y 35.000 años los árboles eran cinco e incluían la división entre europeos y norasiáticos. Las divergencias más recientes se refieren a la separación de asiáticos nororientales y amerindios y la de asiáticos surorientales e isleños del Pacífico.”

.-“El sexo figura junto al hambre entre las principales motivaciones de la acción humana y fuerzas selectivas de la evolución cultural.”

.-“Hasta el día de hoy es el intercambio el que une a las personas mediante lazos de amistad y matrimonio, creando familias y comunidades, así como entidades políticas y económicas de orden superior.”

.-“De momento basta pensar en los cambios en materia de matrimonio y crianza de hijos que actualmente registran las sociedades industriales para comprender que los altos índices de divorcio, el declive de las tasas de fecundidad y el aumento del número de personas que viven solas se explican en función de la selección cultural, no de predisposiciones genéticas que ejerzan un rígido control del comportamiento.”

.-“El tabú contra el incesto es también producto de una selección cultural, en vez de natural.”

.-“La extendida presencia de los tabúes contra el incesto podría indicar sencillamente que revisten gran utilidad, no que son innatos.”

.-“Necesitamos niños porque necesitamos amor.”

.-“La guerra explica el sexismo en las sociedades del nivel de las bandas y aldeas.”

.-“La guerra era una forma derrochadora y brutal de combatir la presión demográfica.”

.-“Todas las diferencias en materia de esperanza de vida femenina entre países desarrollados y subdesarrollados, así como todos los cambios operados desde comienzos de siglo en las esperanzas de vida femeninas en los países desarrollados, son producto de la selección cultural.”

.-Richard Gould: “Cuanto mayor sea el índice de riesgo, tanto más se comparte.”

.-“Tenemos una necesidad genética de amor, aprobación y apoyo emocional.”

.-“No se puede concebir la vida social humana sin las creencias y valores íntimos que, por lo menos a corto plazo, impulsan nuestras relaciones con otros hombres y con la naturaleza.”

.-“¿Son realmente conceptos religiosos las supersticiones, el mana, la suerte y el carisma? A mi juicio, no.”

.-“Lo que diferencia la religión de la ciencia no es la calidad de la creencia, ocurre más bien que todo lo que hay de netamente religioso en la mente humana tiene su base en el animismo, la creencia de que los hombres comparten el mundo con una población de seres extraordinarios, extracorpóreos, en su mayoría invisibles, que comprende desde las almas y los espíritus hasta los santos y las hadas, los ángeles y querubines, los demonios, genios, diablos y dioses.”

.-Ruth Benedict: “La religión fue ante todo y sobre todo una técnica para alcanzar el éxito.”

.-“Nuestra especie no siente una aversión natural hacia el consumo de carne humana.”

.-“Las religiones incruentas surgieron en respuesta a la incapacidad de los primeros Estados para proporcionar las ventajas materiales que prometían sus reyes y sacerdotes. Surgieron cuando estos Estados estaban siendo asolados por guerras crueles y costosas, cuando el agotamiento de los recursos naturales, el crecimiento de la población y la aparición de las ciudades provocaron una falta de alimentos e hicieron difícil mantener un abastecimiento constante de carne para los festines redistributivos, y cuando las distinciones de rango social se habían hecho más rígidas y la pobreza se hallaba muy extendida en la población común.”

.-“Por mucho que estas religiones atrajeran a hombres ansiosos por escapar de la lucha y el sufrimiento mundanos, ninguno de estos movimientos hubiera conseguido elevarse a la categoría de religión universal de no ser por su capacidad para auspiciar y alentar la conquista militar y para ayudar y encubrir formas crueles de represión y control políticos.”

.-“Ninguna de las religiones incruentas ha tenido una influencia detectable en la incidencia o ferocidad de la guerra, y cada una de ellas está implicada en desoladoras inversiones del principio de respeto a la vida. De no ser por su capacidad para auspiciar y alentar militarismos y mecanismos de duro control estatal, no habría hoy en el mundo ninguna religión de difusión universal.”

.-“Dado que todas las culturas sirven al mismo conjunto de necesidades, apetitos e impulsos humanos básicos, en todas partes los hombres suelen optar por alternativas similares cuando se encuentran en condiciones similares.”

.-“Todos los pasos importantes en la evolución cultural tuvieron lugar sin que nadie comprendiera conscientemente lo que estaba pasando.”


Analizar y repensar este puñado de ideas es tarea lenta y extensa. Pero también reconfortadora. Veremos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

ME CUENTAN

ME CUENTAN que has dejado
de invitarme a tus sueños,
que ya no me haces sitio
entre los pliegues tersos de tu cama.

Ahora en mí es todo invierno, todo frío,
todo es hielo en las ramas de los árboles,
puñales recubiertos como espadas desnudas,
todo es descenso térmico en el cielo.
Las estrellas tiritan sin encontrar cobijo,
los cielos, las ventanas, las farolas, los ríos,
el suelo y los tejados, las noches, mis sentidos.

¿Vendrá la primavera hasta mi casa
con el regalo de sus rayos tibios?
¿Tendré que acostumbrarme, sin remedio,
a esta vida de iglú sin tu cariño?

Acógeme de nuevo,
que tengo mucho, demasiado frío.

martes, 10 de noviembre de 2009

TU SONRISA Y TUS LÁGRIMAS

ASOMABA a tus ojos
el fulgor desvaído
de unas delgadas lágrimas.
Era la última imagen
de un álbum de tristezas
que habías leído en silencio.
En el pasaje lento de las hojas
quedaban refugiados los recuerdos
de otras mejores tardes.

Ahora solo te puede la sonrisa,
esa mezcla de sal, de luz, de vida;
se asoma el sol luciendo en tu ventana
con sus mejores rayos
y no hay belleza como tu sonrisa,
y no hay rayo que iguale tu mirada.

lunes, 9 de noviembre de 2009

TODOS LOS MUROS

Por fin veo un día abrir informativos con un asunto realmente importante. Otra cosa es el nivel de profundidad, de nostalgia o de demagogia con el que se haga, según los casos.

Veinte años de la caída del muro de Berlín. Parece que todo se lo ha tragado la tierra y, sin embargo, veinte años no es nada, ni bailando tangos. La caída de ese muro simbólico y físico tiene muchas lecturas y muchos niveles de interpretación y seguramente sumarlos todos en un revolutum no sería lo más honrado intelectualmente.

El primer nivel de análisis podría situarse entre los habitantes de las dos Alemanias. Seguro que la mayor parte de sus habitantes respondería en su día con el contento por ese hecho, pues en ellos actuaba un elemento emocional importante: tan solo habían sido unos decenios y los lazos familiares e históricos se imponían a todo lo demás. Seguramente por eso, la caída supuso una ruptura emocional y un reencuentro entre personas, familias, ciudadanos e historia compartida que de ninguna manera se podía ni se debía parar. No sé si la respuesta sería la misma hoy por parte de los que han vivido las dos situaciones.

Otro nivel es el de la caída de un elemento que dividía ideológicamente el mundo en dos grandes bloques y que los tenía espalda con espalda y muertos de miedo en todo lo que se llamó la guerra fría. Romper barreras, en cualquier sentido, suponía, y supondrá siempre, un añadido de emoción para todos que no se puede olvidar. Era un hito realmente histórico y los protagonistas físicos lo debieron entender así de manera casi espontánea. Haber intentado frenarlo habría supuesto seguramente un baño de sangre insoportable.

Veinte años más tarde los foros de gentes sensatas y no movidas por el interés comercial ni de simple imaginería deberían formularse diversas preguntas. Como el régimen que se desmoronó fue el del Este, no estaría de más analizar hasta qué punto sus mecanismos y sus raíces se habían deteriorado hasta dar lugar, casi de una manera natural e inevitable, a aquel hecho. Tampoco importaría que, a pesar de todo lo que ha llovido por todas partes, nos enfrentemos a la pregunta de si el comunismo ha aportado algo positivo a la historia o ha resultado un retroceso. Y acaso no seríamos incoherentes si formuláramos la misma pregunta al capitalismo, sobre todo teniendo en cuenta que este último régimen realmente lleva, salvo estos setenta u ochenta años y en territorios concretos y determinados, controlando nuestra vida y la de todos nuestros antepasados durante toda la Historia.

Mucho bocado para treinta líneas, claro. Volveré a apuntar, sin embargo, que no tengo tan clara ninguna postura, que el régimen comunista ha aportado muchos elementos de progreso y de enseñanza, que no es lo mismo el “socialismo real” que el socialismo teórico, que hay seguramente diversas maneras de llevar a la práctica estas teorías, que la injusticia sigue campando por sus respetos en todo el mundo, que cada día las desigualdades son más evidentes, que no se puede mantener ningún régimen con dirigentes perpetuos o semiperpetuos, que el culto al líder es insostenible desde cualquier punto de vista y el régimen comunista parece que lo favorecía claramente, que conceptos como la plusvalía siguen ahí dándonos en las narices, salvo que o seamos tontos o nos hagamos los imbéciles, que prefiero una dictadura del proletariado (con explicación) antes que las que sufro de las oligarquías y de los monopolios, que un mundo con una sola superpotencia, controlado desde un país, corre el peligro de ser peor que el mismo mundo controlado desde dos potencias, que el capitalismo sin rostro humano es sencillamente degradante para todos, que habrá que seguir buscando fórmulas para valorar a todos los seres que componen una sociedad de la misma manera y darles igualdad de oportunidades real y no formal y mentirosa, que necesitamos como el comer algún grupo de conciencia social que nos despierte del dormir continuo en el que andamos anegados a través de todos los medios de presión, entre los que destacan los medios de comunicación, siempre al servicio de los poderosos, que si no cambiamos el espíritu egoísta por algún barniz comunitario y social esto es la selva y un grito continuo de sálvese quien pueda, que necesitamos enfrentarnos a los hechos con franqueza y sencillez, pero con la razón por delante y dispuestos a enfrentar la realidad y sus transformaciones sin miedo y guiados por esa verdades que hayamos razonado y lejos de otras influencias irracionales, que mata mucho más quien aniquila posibilidades diariamente y convierte la sociedad en una desigualdad aborrecible, que si no creemos en el ser humano como tal, en todos, por el hecho de serlo, corremos el peligro de amodorrarnos, de envilecernos y de olvidarnos de todo aquel al que la vida le haya tratado mal, que las unidades económicas nos siguen marcando la pauta de nuestros cambios sociales y que no analizarlas es dejarse engañar, y hay muchas fuerzas y medios dispuestos a engañarnos y a dirigirnos a su antojo, que actualizar teorías es siempre bueno y seguir defendiendo principios también, que…

Qué forma tan boba de trivializar en los medios algo tan importante como eso llamado la caída del muro de Berlín. Otra forma de amodorrarnos. Y que les pregunten a los que vivieron y viven las dos condiciones, que también tendrán algo que decir desde esas vivencias personales. Demasiadas variables como para fulminar estos asuntos con tres palabras.

Y que caigan todos los muros, no solo los visibles que por ahí quedan, algunos haciendo frontera con el imperio, sino sobre todo los invisibles pero dolorosos de la pobreza, de la desigualdad de oportunidades, de la degradación humana, de la falta de libertades reales y de tantos males como habitan entre nosotros. Por esto sí que levanto mi copa.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA TARDE NO SE ENCUENTRA

LA TARDE NO SE ENCUENTRA

Envejecen las piedras de los mares,
que se ofrecen rendidas,
como cantos rodados,
a las arenas lentas de las playas;
dan sus postreros signos los cerezos
con sus hojas rojizas a los vientos;
la luz de tu mirada
refleja en gris la vida que fue otro día alba pura;
la tarde no se encuentra
ni en fuentes ni en regatos con frescura;
tus sentidos giran al ritmo lento
de mi usual respiración; es la lluvia
un pañuelo goteando la tristeza
desde la luz sutil de una ventana;
nunca cambia la hora
si no es para encoger el reino de la luz.

Yo camino sin rumbo conocido,
con tenue luz de fondo
colgada en le plafón de una farola.
Miro al suelo y camino.
Silencio. Noche oscura.

sábado, 7 de noviembre de 2009

SI...

Si aquella tarde no hubiera leído el anuncio en aquel periódico que casi nunca ojeaba, si no me hubiera fijado en el anuncio que ocupaba casi toda la página y que la llenaba de color, si no me hubiera sobrado tiempo para repasar mis papeles, si el teléfono hubiera sonado con la llamada que esperaba, si no hubiera decidido repasar con mi vista tu figura, sin no me hubiera coincidido aquel fin de semana tan a trasmano y lejos de mis lugares habituales…

Si no hubiera visto repetida tu figura en los carteles, si no me hubiera correspondido aquella fecha para cerrar el acuerdo, si no hubiera coincidido en aquel hotel de las afueras de la ciudad, si no me hubiera comido la curiosidad por conocerte y por ponerte cara frente a mí y realidad a mis imaginaciones, si no me hubiera sentado tan pronto para cenar en la misma esquina del comedor, si no hubieras aparecido con aquel vestido de gasas y con cara de distraída, si te hubieras sentado de espaldas a mi mesa y no de frente, si el camarero hubiera sido más diligente y no hubiera tardado tanto en servir cada plato, si no te hubiera visto envuelta en las volutas del humo de tu cigarro, si no hubiera necesitado pedirte un brindis y algún recordatorio…

Si el ambiente no hubiera sido tan caluroso y la noche no se hubiera llevado todos los olores al jardín, si aquel aire tropical hubiera tenido alguna pausa, si no hubieras sonreído con aquella sonrisa de terciopelo que me dejó desarmado, si no hubieras vuelto tu cabeza hasta dejarla apoyada en tu hombro como pidiendo perdón, si tu pelo no se hubiera desdibujado en la brisa, si la melodía de la música hubiera sido otra…

Si tus labios no hubieran sido dos gaviotas volando sobre el mar, si la gente no hubiera dibujado parejas en todo el jardín, si tu cuello no hubiera sido tan esbelto y tu nuca tan mullida, si tu cintura no se me hubiera mostrado al natural, si tus movimientos no hubieran simulado tan suave contoneo, si no me hubieras dicho que todo estaba bien, si la luna se hubiera vuelto opaca y el cielo un tanto gris, si tus piernas no fueran dos columnas que sostienen tu templo…

Si el reloj no se hubiera olvidado de marcar el tiempo, si tus brazos no hubieran cogido mis brazos, si tu piel no me hubiera llamado, si no me hubiera embarcado a navegar por tu cuerpo, si mi euforia no hubiera encontrado su certeza, si tu sonrisa no me hubiera diluido, si tu cuerpo no hubiera sido deseado por todos los que cruzaban la noche, si tu habitación no hubiera estado tan próxima, si el ritmo no se hubiera acelerado, si hubiéramos pensado en que aquella tenía que ser la última copa, si no nos hubiéramos olvidado de todo, incluso de nosotros, si hubieran existido el pasado y el futuro, y no solo el presente cifrado en aquellas horas, si una fuerza ciega no se hubiera desatado, si todo el cielo no hubiera bajado en un momento a contemplarnos, si no nos hubiéramos perdido en los brazos del horizonte, si hubiéramos encontrado la calma y el sosiego…

Si la mañana nos hubiera devuelto al tiempo y al espacio, si hubiera remitido la fuerza cegadora, si mi recuerdo fuera tan solo eso, un recuerdo…

viernes, 6 de noviembre de 2009

"DECISIONES CONSCIENTES"

“Cada una de las grandes transformaciones conscientes que tuvieron lugar en la historia y prehistoria fue consecuencia de decisiones conscientes, pero las decisiones conscientes no tuvieron por objeto grandes transformaciones.” Nuestra especie; Marvin Harris.

Resulta sobrecogedor echar una ojeada a la enorme cantidad de transformaciones que se han producido en los últimos decenios. En todos los sentidos, pero sobre todo en el mundo de la técnica, esto es, de la ciencia aplicada. Parece como si el ser humano se hubiera instalado en una carrera desenfrenada por rodearse de nuevas realidades o, mejor, de nuevas formas de la misma realidad. Tal es el alucinamiento y la sorpresa qua apenas nos da tiempo de describirlas. Mucho menos, por supuesto, de pensar en ellas, en sus causas y en sus consecuencias.

Lo cierto es que muchas de ellas en forma individual, y todas en conjunto por supuesto, han transformado la vida de una manera cuando menos sospechosa.

Sirve casi cualquier ejemplo, pero valga para estas líneas el del automóvil. Uno imagina la cara de sorpresa, el estado de ánimo compulsivo, la embriaguez anímica y el grado de satisfacción de los primeros impulsores y apenas les puede poner ningún pero. Era una nueva realidad, un cambio extraordinario, de la rueda tirada por animales a la rueda movida por su cuenta y a una velocidad insospechada hasta entonces. Milagro. Y de los grandes. Claro que fueron decisiones conscientes las que llevaron a poner el primer coche en la calle; decisiones que ocuparon a muchas voluntades, y seguro que en todas habitaba el deseo de dar un buen empujón en el bienestar de la humanidad.

Pero el vehículo se puso en la calle. ¿Y después? Después tuvieron que llegar las carreteras, y la autovías, y las fábricas de coches, y las calles atestadas y sin dar tregua al peatón, sin competidor hasta entonces, y las caravanas, y los atascos, y las horas para llegar al puesto de trabajo, y los residuos, y los gases, y el efecto invernadero, y el cambio climático, y las casas de seguros, y la publicidad acosadora, y los planes renove, y las letras, y las marcas, y las presunciones, y los talleres, y la organización de los tiempos libres, y las posibilidades de vivir y convivir desde lugares distantes, y la subdivisión de los trabajos, y…

Todo un mundo diferente. ¿Los que estaban en la línea de salida del automóvil soñaban con algún esbozo de lo que iba a suceder después? El ejemplo es demasiado evidente como para responder negativamente sin ninguna duda.

¿Es difícil imaginar -con los antecedentes que tenemos-una revolución histórica a partir del mundo de los ordenadores? Parece evidente que no. Pero, ¿quién puede señalar sus dimensiones y sus consecuencias? A la vista de otros ejemplos, seguramente nadie.

Estamos necesitados de personas que levanten la mirada y que vean en el horizonte algo de lo que puede suceder más adelante, que pongan límite a la sucesión boba de hechos que parecen tener su límite en ellos mismos y dejan sin resuello a los usuarios, encantados por los cantos de sirena de los mismos. No es fácil que las leyes del mercado lo permitan pues son insaciables y todo se les va en las cuentas de resultados. Pero es que hay límites que no podemos sobrepasar si no queremos quedarnos con todo al aire y expuestos a nuestra propia destrucción. Nos va nuestro progreso cultural en ello, e incluso nuestra propia supervivencia. Parece que esto no cotiza ni social ni políticamente…, pero es tan necesario…

“Las decisiones conscientes no tuvieron por objeto grandes transformaciones”, pero las desencadenaron. Y lo siguen haciendo. No controlarlas desde unos parámetros sociales conduce al caos. Y en él nos podemos perder todos nosotros, como individuos y como especie.

¿Quién dijo que el mercado lo soluciona todo? Valiente imbécil, valiente subnormal.

jueves, 5 de noviembre de 2009

UN DÍA SIN PAN

“Esto es más largo que un día sin pan” sigue rezando un dicho castizo.
A mí se me ha cumplido literalmente y hasta con creces. Unas treinta horas sin probar bocado por culpa de una colonoscopia. Y bien poco que me ha importado esto porque ha habido algún rato en el proceso bastante más complicado.

Ayer me metí para el cuerpo una comida normal y ya desde las seis comencé a ponerme en capilla. Me aguardaban unas sustancias melosas diluidas en dos litros de agua y las tenía que beber en dos horas para limpiar mi estómago y mi colon. La primera parte pasó bien pero la segunda se plantó en mi cabeza y yo me encaré con ella, hasta el punto de desistir cuando iba por el segundo vaso. Siempre he sido un mal enfermo y no iba a ser de otra manera en esta ocasión. Así que me fui a acostar con el estómago vacío y con el recuerdo desagradable de la sustancia melosa. Mis tripas para entonces bailaban sin cesar un baile movidito. Estaban ya vacías y eso era lo importante. Así que a esperar.

No pasé del todo mal la noche, aunque todo era esperar a que pasaran las horas hasta el momento de la indagación.

La mañana se me fue en lecturas ganadas a las horas para evitar que mi mente se metiera en huertos prohibidos y que mi imaginación me llevara a imágenes sin sentido. Pero el cuerpo pide pan y aquello era más largo que un día sin él. Y nos dieron las diez, y las once, las doce, la una, las dos y las tres, pero en situación bien diferente a la de la canción.

No me asusta el hambre, a pesar de todo, y nos fuimos a Salamanca entre el día gris y la intención de lluvia. Conduje sin reparos, seguro de que lo peor ya había pasado en casa y sabiendo que, en este caso, el camino era peor que la llegada.

Poco tuve que esperar en la sala hasta que una enfermera me llamó para colocarme un gotero en un brazo. Y a esperar turno. Con el hambre a cuestas y con el nerviosismo de lo que supone una sedación y la incertidumbre de los resultados de la prueba.

Había que distraerse con algo porque aquello iba para largo, a la vista de los que, delante de mí, aguardaban para lo mismo. Así que se me ocurrió engolfarme de nuevo en la lectura. Esta vez de un poemario que me transportó hasta el Tibet y a sus ciudades, a su religión y a sus conventos, a su espíritu y a su clima. Todo era también en el libro un poco nebuloso, como si me fuera preparando para perder la consciencia. Terminé la lectura del poemario en el justo momento en el que me llamaron para realizar la prueba. No es probable que nunca más vuelva a preparar una actividad de este tipo con la lectura de poemas exactamente hasta el momento en que me condujeron como corderillo a la sala en la que me esperaban varias personas.

Saludos, algunas preguntas, la máscara de oxígeno y el anestesista que se me acerca. “Te molestará un poco la entrada de la anestesia por el brazo, pero será muy poco tiempo”. Se excedió el anestesista pues apenas tuve consciencia de que comenzaba a entrar en vena la sustancia que me dejaba inconsciente. Caí sin descabello.

Lo demás sería como tuviera que ser porque yo no supe nada de ello. Apenas entendí que volvía otra vez en mí cuando me sentaron en una silla para que me recuperara.
Todo había pasado y apenas estaba a la espera de la recuperación total que no tardó en llegar

Con resultados positivos, todo tenía menos importancia y se veía de mejor color.

Siempre se corren dos riesgos en este tipo de pruebas: cualquier posible complicación en la prueba y el resultado incierto.

Con más hambre, con más ánimos, con los resultados en la mano y anochecido ya el día, salimos a la calle y trasladamos el sobrecito a otro médico. Casi eufórico, me agarré al volante y ejercí de conductor también a la vuelta. Un poco temerario, la verdad. Aún tuve tiempo para practicar un poco la lengua del imperio y de sentarme para disfrutar de una copiosa cena.

Había estado más de veinticuatro horas sin pan. Se me hizo todo largo. Ahora estoy satisfecho y contento. Me gustaría dormir bien y olvidarme de colonoscopias durante varios años. Espero.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

LO QUE ELLOS QUIERAN

Estos primeros arreones del otoño siempre dejan cadáveres reales que caen como las hojas, lentamente pero sin pausa. A veces se acumulan y apenas da tiempo ni siquiera a describir una simple nota necrológica. Cuando coinciden en el tiempo seres muy diferentes, se pone de manifiesto la escala de valores que emplea el común de los ciudadanos y, sobre todo, como siempre, los medios de comunicación, que son los que marcan la pauta y delimitan, hasta inventársela, la realidad.

José Luis López Vázquez, Francisco Ayala, Levy Strauss. Casi el mismo día. Buena manera de compararlos pues esta cultura ensalza en el día de la muerte todo lo que ha olvidado durante la vida.

Las primeras hipérboles se las ha llevado López Vázquez porque el reloj quiso que su corazón dejara de latir solo unas horas antes: sencillamente llegó a tiempo. En cuanto su muerte se solapó con los otros dos citados, la elección y la comparación se hicieron inevitables.

Me pregunto hasta qué punto la gente normal retiene los nombres y con qué base lo hace. A José Luis López Vázquez lo han ensalzado muchos que lo habían denigrado en vida porque para ellos todo el cine de origen español y no americano tenía que ser desechado. Ahora se han olvidado de todo aquello y destacan su aportación al séptimo arte. Vaya por Dios. El gran público, sin embargo, lo reconoció y lo reconoce desde sus parámetros de la popularidad y poco más, desde la figuración y el pasatiempo y, para guinda, desde la salsa rosa.

Lo de Francisco Ayala sencillamente es un caso de minorías mezclado con el hecho insólito, y ya de morbo para los medios de comunicación, de su edad provecta. ¿Cuántos han leído sus obras? ¿Cuántos conocen sus pensamientos? ¿Cuántos los han comentado? ¿En qué grupo selecto se han quedado sus aportaciones al pensamiento? Esa mezcla de intelectual y de figura venerable ha estirado un poco más su imagen, pero hasta ahí y basta.

El caso de Levy Strauss aún resulta más minoritario y hay que reducirlo a esa minoría de intelectuales que han bebido de él pues, no en vano ha sido uno de los antropólogos estructuralistas más importantes del S XX. Si a esto le sumamos el hecho de no ser español, sencillamente lo hemos condenado al ostracismo y al desconocimiento casi absoluto.

Seguramente las aportaciones de cada uno de estos personajes las podíamos situar en orden exactamente inverso al de la popularidad que han generado. Es la historia desgraciada de las sociedades y de los medios de comunicación de masas que imponen la realidad como mejor conviene a sus intereses y a sus negocios.

En ese carro de fuego y de artificio vamos todos, por él nos dejamos arrastrar y, si es preciso, le prendemos mecha para que siga el fingimiento y la falsedad. Que me perdone José Luis López Vázquez (me parecía un buen actor pero no el mejor de la comedia española, y merece todo mi respeto como persona), pero creo que el pensamiento de Ayala y las intensísimas reflexiones de Levy Strauss me ayudan un poco más y me hacen ser un poco más humano.

Así es la vida.

martes, 3 de noviembre de 2009

UN POCO DE YO Y OTRO POCO DE NOSOSTROS

¿Con qué frecuencia nos engolfamos en los asuntos de diario y se nos olvida alzar la vista en busca de un panorama un poco más amplio? O sea, ¿en qué medida cada árbol nos priva de la visión del bosque? Es verdad que el ser humano se consume y se recrea en cada acto pequeño y mínimo, pero no es menos cierto que cada uno de estos diminutos hechos echan ancla en un subsuelo un poco más compacto y general. No hacer un camino de ida y vuelta entre un nivel y otro tal vez nos equivoque demasiadas veces y nos convierta en seres demasiado diminutos.

Leo estos días -entre otras cosas- una obra de divulgación científica acerca de esas bases que explican comportamientos no solo individuales sino fundamentalmente colectivos. Su nombre es este: “Nuestra especie”, y su autor es Marvin Harris. Casi todas las variables que uno pueda imaginarse acerca de la especie humana son analizadas en forma de pequeños ensayos en este libro: los enigmas de los primeros momentos de la vida, los diversos antecedentes de la especie humana, los principios tecnológicos, los diversos oficios y su justificación, la importancia del cerebro, las relaciones humanas, el inicio del lenguaje, la importancia del sonido, las razones de diversos usos y costumbres, la existencia de los líderes… Toda una panoplia de ideas que componen en buena medida la forma de vida de cada uno de nosotros y, sobre todo, de todos nosotros como conjuntos y sociedades.

Mientras tanto nuestras energías se nos van en cualquier menudencia que nos afecta solo a nosotros y que pasa inadvertida totalmente para el resto de nuestros semejantes. Tal vez sin darnos cuenta de que hay demasiadas variables que influyen tanto en nosotros como en todos los demás y que apartar la mirada de ellas es equivocarse con toda seguridad.

En ese toma y daca se nos gastan los tiempos. Hacer un buen balance de las dos direcciones sería una buena señal de madurez.


Y que hoy volví a entretener a un grupo de mujeres que acude a mí con cierta frecuencia para que les hable de cualquier cosa. Con frecuencia me cohíbo y no me atrevo a manifestar mis ideas con crudeza. A veces me llevo sorpresas positivas con sus preguntas y entonces me suelto un poquito más. Parece que funciona el experimento porque me siguen llamando cada vez con más frecuencia. No está mal.

lunes, 2 de noviembre de 2009

"DIENTES DE LECHE"

He dedicado unas horas de la mañana a la lectura del libro de Luis Felipe Comendador “Dientes de leche”. Es su última entrega y me ha llegado hace tan solo tres días.

De la génesis de otros libros de Felipe solía tener noticias antes de que se dieran a la imprenta; este lo veo desde la distancia de cualquier lector y eso seguramente cambia mi visión sobre él. Bien que siento que mi conocimiento del mismo no haya existido hasta ahora, pero las cosas son como son y no de otra manera (y perdón por la perogrullada).

Sobre las ideas que sustentan la creación de este libro ya he tratado en alguna ocasión, con otros pretextos, y vuelvo a constatar que me separa abiertamente la idea de la individualidad como motor de las acciones, y sobre todo como configuración del propio yo. Repetiré una vez más que no entiendo el concepto de yo sin la existencia de los demás y sin la relación constante con ellos. Nada creo que pueda ser atribuible de manera absoluta a una sola persona y jamás nadie debería apropiarse de nada de una forma individualizada. Al menos del todo. Podría caer en la vanidad exagerada o en defectos peores. Creo que la fórmula del yo como absoluto solo lleva al fracaso y al intento -siempre fallido- de intentar suplantar al otro en la lucha por el poder, sea este en las facetas que queramos imaginar.

Por eso no sé si esos “Dientes de leche”, título que se me antoja muy polisémico, nos sirven para desbravarnos y no conseguir herir a nadie, o para hincarlos con intenciones oscuras y no causar dolor en ningún cuerpo, o tal vez para herir demasiado pero con buenos modales. Me quedo con las tres posibilidades y me apropio de la que me convenga en cada instante.

Me gusta esa forma de dar encarnadura en todos los poemas, hasta conseguir el oficio de perfecto fingidor, pero no me desagrada tampoco el genérico en el que cada cual se ve reflejado o aludido según su propia lectura.

Me gusta la musicalidad mantenida, a pesar de dar rienda suelta al verso y a la cantidad estrófica según las conveniencias y el ritmo significativo.

Me siguen gustando mucho las frases en infinitivo dependientes de un verbo omitido, que dan al poema un sentido universal que tal vez no tenga.

Me gusta ese continuo jugar a ser pero quedarse casi siempre en un no ser o acaso en un esbozo de ser.

Me complace la facilidad para organizar significativamente el poemario en una unidad que subyace a cada poema concreto.

Me sienta bien leer poemas que han alcanzado un cierre por encima de los versos intermedios y que cierran un círculo abierto en do mayor en los primeros versos.

Me gustan las progresiones que muestran el dominio del todo poemático.

Me hubiera gustado corregir algún título, como el de la página 16, al que sugiero una coma para separar el bien del mal: el poema se habría multiplicado.

Me parece que Felipe se mueve extraordinariamente bien en las enumeraciones, y, si estas son caóticas, mucho mejor. El poema de las páginas 22 y 23 así lo demuestra.

Me gustan muchas cosas del libro y pienso que se trata de un texto de total madurez.

Me quedo, como siempre, con algunas imágenes:

(La pasión) “Es un deber llevarla / con orgullo y con fuerza / hasta donde los años / la pueblen de recuerdos (pg. 15).

(Una luz) “que sube mansamente con su afán de patinar el techo”. (pg. 17).

(Eres) “el hábitat donde me vuelvo turba”. (pg. 19).

“Ser reúma de gestos / y lumbre de ceniza”. (pg. 27).

“Y sé que hay un omóplato haciendo orografía de mi espalda”. (pg. 37).

“Aún debo existir / en esta tartamuda gramática de huesos”. (pg. 41).

“Y tu falda marrón será un río navegable / que habrá de remansarse / en las bellas marismas de la pelvis”. (pg. 70).

“Repetirte la orilla del pubis como un balcón con hiedra”. (pg. 92).

Son solo ejemplos que cada cual puede asumir, resumir, ampliar, quitar o poner.
Prometo apropiarme de alguna de estas imágenes. Como de alguno de los poemas del otoño.

Y, si he de elegir una composición, me quedo con “Comerte con los ojos”, pg. 103.

Mi enhorabuena por el conjunto y por la madurez alcanzada. El placer será mío en la lectura.

domingo, 1 de noviembre de 2009

HALLOWEEN

Hace solo unos días alguien me ilustró acerca del día de Halloween (All Hallows Evening). Hasta entonces tenía una idea negativa de esta práctica. La sigo teniendo, pero con algunos datos añadidos.

Esta vieja leyenda celta tiene nada menos que treinta siglos y, para cuando quiso aparecer el cristianismo, ya llevaba mil años en uso. Sobre ella, lo de siempre: intento de supresión del rito pagano, imposibilidad de hacerlo por la fuerza que tienen estos ritos, y acomodación de una fiesta cristiana en la misma fecha.
Repasar el rito y sus componentes nos descubre los elementos que siempre se repiten: fuerzas positivas y negativas, el bien y el mal, un demonio o un sustituto, la imposición del bien sobre el mal… Las figuraciones pueden ser diferentes, pero las esencias no varían. Es la naturaleza humana lo que se pone al tablero y sus elementos esenciales no varían fácilmente en unos milenios. Darwwin tendría mucho que decir.

Del día de Halloween no me importa ni Jack-o-Lantern, ni el trick o treat, ni las cruces, ni los miedos. Me llama la atención esa lucha por imponerse de las religiones (en estas latitudes, la religión cristiana), la oposición entre fuerzas consideradas positivas y fuerzas del mundo negativo, y, sobre todo, la manera en que se extienden las costumbres.

Los de la sede del imperio, o sea, los de los Astados Unidos, se han refugiado en la parte de la leyenda que tiene que ver con los disfraces, los juegos y los cuentos de miedo; el mundo cristiano ha puesto su atención en el recuerdo de los seres queridos que han fallecido. En este caso, me quedo con esta segunda posibilidad. Es evidente que pertenezco al grupo minoritario, al menos por lo que se ve en los últimos años.

Pero compruebo con disgusto cómo, una vez más, cualquier actividad que llega de la sede del imperio se copia con un instinto ovino insuperable. De este modo, un rito absolutamente ajeno a la cultura mediterránea y, desde luego, a la peninsular, se extiende con mucha más prisa que la gripe A. Y se hace con un gusto generalizado, con una cobertura mediática extraordinaria y con el regocijo de casi todo el respetable. De nuevo se vuelve a cumplir aquello de que cuando USA estornuda, Europa se acatarra.

Qué falta de carácter, qué esclavitud agradecida, que imbecilidad tan extendida, qué tontuna, qué camino de la mesta atestado de animales mirando al suelo. Ya no hay más que una bolsa, una sola cultura, un solo señor que ordena y manda. Y llega desde el otro lado del Atlántico, desde los Astados Unidos de Norteamérica. El resto es solo satélite encargado de reproducir en imágenes cualquier chaparrón en un tejado de Michigan como primera noticia de los informativos.

Today, in Catholic countries it is a day to remember loved people. In the UK and tke USA it is a festivity for protection against evil hallows. People dress up as monsters, as evil hallows, and try to scare other people.

Coño, hoy me siento católico. Y me quedo con el recuerdo de mis seres queridos. Y me río de los monstruos, y, sobre todo, de los esclavos agradecidos de las fronteras del imperio.